La llegada de colonos a la Orinoquía generó, además de grandes cambios en el territorio, la persecución de los pueblos originarios, los cuales eran cazados y abusados por su lengua y por su cultura.
La colonización mayoritaria de la Orinoquía se dio por parte de liberales, que también fueron los protagonistas del poblamiento a lo largo del río Ariari desde Granada hacia el Sur del Meta y en el Guaviare, así como en la región norte del Caquetá.
En su dinámica de guerrilla iban armando pueblos y colonizando tierras, fundaron caseríos y sembraron cultivos de pancoger.[2] Las conflictividades políticas se reprodujeron en el territorio de tal manera que los desplazados que se acumulaban en las ciudades capitales eran enviados por las autoridades a territorios acordes con su color político.
La llegada de colonos abrió un nuevo periodo de conflictos interétnicos territoriales. Las primeras masacres de pueblos indígenas por parte de colonos fueron en 1920. El exterminio a través de las guahibiadas condujo a la pérdida y despojo de extensos territorios de la comunidad sikuani, desplazados hacia el Vichada, y de los jiw, desplazados hacia el Sur del Meta y Guaviare.
A los sikuani les dieron látigo y los quemaron. A losjiw los persiguieron y los cazaron. El Censo de 1938 y 1951 evidencia la drástica disminución de su población: en Meta y Vichada, esta pasó de 27.981 a 2.277 indígenas.[3]
La guerrilla liberal fue uno de los victimizadores de los pueblos originarios. Los testimonios colectivos señalan como responsables a Dumar Aljure y Guadalupe Salcedo.
En 1965 la agencia EFE llamó «ofensiva india» al enfrentamiento violento entre un colono y una pareja de indígenas, que terminó con la muerte de estos últimos. Los relatos de los piapoco[4], sáliba[5] y amorua[6] dan cuenta de los escenarios de violencia, desplazamiento y discriminación que contribuyeron a la pérdida del territorio y la casi extinción de su cultura y conocimiento ancestral.
En el bajo Guayabero, en zona donde se encuentran Meta, Guaviare y Caquetá, se atribuye el capitán Hernando Palma (lugarteniente de Guadalupe Salcedo) la extinción del pueblo tinigua como estrategia para vaciar el territorio e instalar su control territorial y comercial. Él llegó en 1951 buscando instalar ejes de poblamiento liberal.[7]
Los pueblos jiw, que poblaban principalmente las orillas del Ariari hasta el piedemonte, fueron expulsados paulatinamente hasta verse confinados en las orillas del río Guaviare en las sabanas de Mapiripán y las selvas del Guaviare.
[1] Entrevistas 098-VI-00003. Hombre, campesino, victima, & 457-VI-00035.- Hombre, campesino, víctima
[2] Encuentro con Fuerza Revolucionaria Alternativa del Común, FARC, septiembre 28 y 29 de 2019
[3] Dane. https://biblioteca.dane.gov.co/biblioteca/categories/43/
[4] Entrevista 335-EE-00065 Sujeto Colectivo, pueblo Piapoco, Puerto Lopez
[5] Entrevista 335-EE-00053 Sujeto Colectivo, pueblo Sáliba, Puerto Lopez
[6] Entrevista 335-EE-00078 Sujeto Colectivo, pueblo Amorúa, Puerto Carreño
[7] Molano 1987