En Dos Bocas y en Santa Marta de Curiché, en Juradó, los narcos construyeron pistas de aterrizaje con ayuda de los dueños de los aserríos de ahí. Esas pistas servían para traer materia prima que luego se procesaba y se traficaba. Acá se veían aviones que llevaban esa droga a Centroamérica o Estados Unidos, esos aviones volaban porque sobornaron a la Fuerza Pública.
Eso cambió a la gente de acá, porque ese dinero acá no se veía. Todo cambió, la gente tenía avaricia. Hasta los jóvenes se metieron en el negocio."