"[…] Cuando salimos del país fue casi el único objeto que sin querer traerlo resultó en la guantera del carro y nos alegró mucho ya que no tiene un valor comercial, pero siempre nos recuerda, como lo dijo nuestro poeta, que debemos andar por la vida siempre con belleza y elegancia, el hombre con pies de hierro para pisar más seguro y la mujer con su delicadeza hacer volar la pareja y juntos siguiendo nuestro corazón”.