“El gobierno peninsular, preocupado por combatir a sus hijos insurrectos, descuida los controles sobre ingreso de población que mantenía desde siglos atrás, lo cual facilitó que numerosos patrigrupos familiares de nuestro pueblo pudieran traspasar las fronteras y llegar a tierras huyendo de la intolerancia y xenofobia que campeaba en ese entonces por Europa.” (Voz de líder gitano)
En este periodo es posible evidenciar mayor presencia del Pueblo Rrom en el continente americano ya que las guerras independentistas disminuyeron los controles coloniales y esto generó un mayor ingreso y circulación de familias gitanas que continuaron entrando a Colombia desde Panamá, Centro América y Venezuela.
En el marco del Congreso de Cúcuta en 1823, se expidió la Ley 13 del mismo año que buscó promover la inmigración de extranjeros de etnias diferentes a la europea a la naciente República. Las discusiones de la época se centraban sobre todo en qué tipo de extranjeros resultaría beneficioso traer al país: “Una influencia industrial hábil, que mueva la pesadísima apatía de la raza indígena: que venza la indolencia i la pereza que reinan en nuestro suelo”.