Para comenzar, el público alfabetizado leerá las obras literarias y para el público no alfabetizado, el orientador del taller deberá leer el apartado o la obra que se va a trabajar.
1. Selección de la obra. El orientador presenta ideas de cómo seleccionar (de las obras sugeridas) el texto que trabajará con el grupo.
2. Conocer la obra. El orientador del taller realizará una descripción básica a los participantes del tipo de obra, el formato, su autor y, si es posible, de su origen geográfico e histórico.
3. ¿Qué me dice la obra? Los participantes pueden identificar qué historia cuenta la obra. Se señalan de manera descriptiva los sucesos en ella relatados y se pueden identificar elementos como: argumento, conflicto, puntos de giro, título de la obra y geografía de la historia.
4. Las voces que se encuentran presentes en la obra. Los participantes señalan los personajes que son representados en el texto oral o escrito, mencionan los nombres, las características y los roles. Se pretende conocer qué piensa el personaje, sus sentimientos y motivaciones. Se indaga el porqué el / los personajes se comportan de tal forma. Dicha comprensión del otro, no se hace desde el pre-juicio y la valoración moral del personaje (malo/bueno).
5. Comprender las acciones de los personajes. Se establecen las relaciones de los personajes a partir de sus acciones.
6. Palabras problematizadoras desde lo que el texto propone. Los participantes identifican aquellas palabras relevantes en la obra, por ejemplo: tierra, conflicto, religión etc., que permitan formular preguntas de discusión.
7. Reflexión y Cierre. Se exponen las consideraciones finales del ejercicio realizado, retomando los cinco puntos anteriores de la secuencia, con la intención de analizar, contrastar las opiniones expuestas en el ejercicio y, posteriormente, hacer una valoración crítica de lo expuesto.