Los resguardos como estrategia de colonización y acción de resistencia de los pueblos originarios
La figura de los resguardos se usó para concentrar a diferentes pueblos indígenas en territorios periféricos, obligándolos a dejar sus tierras y prácticas tradicionales. Así, poco a poco las comunidades indígenas pasaron de ser los propietarios legítimos de las tierras a convertirse en arrendatarios. Sin embargo, la titulación de los resguardos en la colonia también fue una acción política y de resistencia que los caciques indígenas lideraron mediando ante el poder colonial, lo que llevó a que la Corona Española concediera territorios a algunas comunidades, dando origen a los resguardos de origen colonial que se otorgaban con títulos registrados por la corona.
Los procesos de resistencia de los Pueblos Indígenas llevaron al establecimiento de los primeros resguardos de la Nueva Granada, como unidades territoriales inalienables en las que se reconocieron las estructuras sociales y políticas de las comunidades originarias. Se constituyeron a partir de la idea de tierras comunales cuya venta o arriendo era prohibida, con el propósito de impedir que la tierra en manos indígenas se convirtiera en bien comercial y asegurando así el control social de las poblaciones, la mano de obra y la tributación al modelo económico español.