Los participantes escogen un acontecimiento que los haya marcado positiva o negativamente como comunidad. Cada participante escribe en una hoja cómo lo vivió y su recuerdo detallado de lo sucedido. Entre los participantes y al azar se reparten las hojas ya escritas. Cada uno lee en silencio el recuerdo del otro. Luego de esto, los participantes se sientan en un círculo y se van turnando para relatar de manera conjunta el acontecimiento, tratando de incluir las vivencias propias y las del recuerdo del otro. La idea es ir completando el relato entre todos respetando los tiempos de la palabra y el silencio.
El relato puede ser grabado como registro de esa reconstrucción colectiva del acontecimiento a partir de sus diversas versiones con el propósito de comprender el valor del esclarecimiento de la verdad.