A pesar de los traspiés, firmar la paz con las FARC-EP dista mucho de ser un fracaso. Se logró la desmovilización de 13.609 excombatientes, de los cuales el 94,9% están activos y cumpliendo con su proceso de reincorporación; las FARC-EP entregaron 8.894 armas en un tiempo récord de seis meses; en 2017 se tuvo la tasa más baja de homicidios en más de 30 años, 24,8 por cada 100.000 habitantes; entre 2012 y 2019 se redujeron los secuestros en un 70 %; entre 2013 y 2017, disminuyeron los ataques contra la infraestructura en un 81,2 %; entre enero de 2011 y agosto de 2021, hubo un descenso en los asesinatos contra la fuerza pública en un 74,6 %.
Uno de los principales efectos colaterales que trajo la firma del Acuerdo fue el descongelamiento de la agenda política nacional atrapada durante más de treinta años en la discusión guerra-paz. Temas como la corrupción, la preocupación por el medio ambiente y la desigualdad, que habían estado cubiertos por el humo de los disparos y las bombas, tomaron mayor importancia.
Según el Observatorio para la Democracia de la Universidad de los Andes en las zonas del país donde se sintió con mayor fuerza el conflicto armado, la preocupación por la corrupción como el principal problema del país viene en aumento desde 2017. Mientras qué, a nivel nacional, el desempleo y el desempeño de la economía junto con la corrupción y más recientemente la situación de salud por cuenta de la pandemia del COVID 19, están dentro de los principales problemas que identifican los colombianos. En un renglón más abajo se encuentra el orden público («Encuesta Invamer: economía y desempleo», El Colombiano).
Este cambio en las prioridades y la agenda pública se expresó en la “Consulta anticorrupción” un proceso iniciado a finales de 2017 en el que se recolectaron 4’312.653 firmas, convirtiéndose en el mecanismo de participación más popular de la historia desde que se configuró en la Constitución del 91, por encima de la recolección de firmas que se impulsó para proponer la segunda reelección presidencial de Álvaro Uribe.