Una de las organizadoras de la Marcha del Silencio del 5 de octubre de 2016 le dijo a la Comisión de la Verdad: «Nosotros pensábamos que era mejor un acuerdo imperfecto a que no hubiese un acuerdo y nosotros de una u otra forma no concebíamos que eso no estuviera pasando. Hay una anécdota súper chévere y era que el día de esa Marcha del Silencio el presidente mandó a preguntar, o sea él venía caminando a subirse a la tarima porque él sentía que él tenía el derecho y la legitimidad de ser él quien proclamara un discurso en la Plaza de Bolívar y yo recuerdo que en ese instante que le dijimos al jefe de su esquema de seguridad y a Paula Gaviria que era la Consejera de Derechos humanos, creo que era, que no, que esto era algo muy de la gente entonces que no cohibieran ese sentimiento y que a pesar de que él fuera quien estuviese liderando en un proceso el tema de los acuerdos de paz, él había perdido y que nos dejara de una u otra forma a la ciudadanía hacer ese desfogue de entusiasmo» (Entrevista colectiva 456-CO-00994. Mujer, joven).