"Entonces mi mirada se posó sobre los álbumes de fotografías. Allí estaban los pedazos de mi infancia, mi adolescencia, mi vida de adulta y mi vida de mujer lideresa defensora de los derechos humanos. No podría dejarlos, eran mi tabla de salvación para los días oscuros que sé que vendrían [...]. Lo que no sabían es que el exiliado alarga su memoria, porque lo que tiene para sobrevivir y seguir en sus luchas con pie firme son los recuerdos."