Uno de los aspectos centrales de la Ley de Víctimas fue la reparación integral, que inicia con las acciones de asistencia y atención –asesoría jurídica, atención humanitaria, acompañamiento psicosocial, etc.- y continúa con la implementación de un conjunto de cinco medidas: 1) Indemnización 2) Garantías de No Repetición 3) Satisfacción 4) Restitución 5) Rehabilitación entre las que destaca la creación del Programa de atención psicosocial y salud integral a víctimas – PAPSIVI.
La reparación integral se constituye en un innegociable para la reconciliación y la construcción de paz. Implica una visión más completa que supera las visiones restrictivas de la reparación ligada al aspecto económico y se vinculan más al objetivo de llevar una vida digna. El conjunto de condiciones para «sentirse reparado» que gran parte de las organizaciones de víctimas reclaman pasa por sanar los dolores de la guerra, el reconocimiento como ciudadanos y víctimas del conflicto armado, el honor a la memoria de sus familiares y su búsqueda o la verdad sobre su destino.
Estas perspectivas son claras en los testimonios de víctimas que ha recogido la Comisión de la Verdad. Una víctima de desaparición, tortura y asesinato de su padre y su tío en el marco del exterminio de la Unión Patriótica en el Eje cafetero indicó a la Comisión de la Verdad: «Pues me gustaría que pueda ser reconocida como víctima del conflicto, creo que eso, como que no quede como un muerto más, como un número más en la lista, sino como una cosa mucho más compleja. ¡No sé! Así sea una puta carta, algo, no sé, una disculpa por no habernos acompañado, no sé, algo, no sé qué. Lo que a mi más duele, ahora, es que yo siento que los huecos emocionales que hay en mi hermano, mi hermano es una persona inteligentísima, amorosa, pero está emocionalmente tan jodido, que yo no sé cómo hacer para... y ¡todos!, mi hermana también, mi mamá está hecha mierda, mi mamá vive con miedos, todo el tiempo piensa que nos va pasar algo». (Entrevista 031-VI-00018. Víctima, Mujer, Homicidio de familiar, Risaralda)
En el caso de otra mujer víctima de estigmatización, amenazas a su vida y, finalmente, desplazamiento forzado, la reparación implica la necesidad de resolver la vivienda digna, la subsistencia de su familia, el derecho al trabajo, la recuperación emocional y las garantías de no repetición: «Pues yo de reparación, sí quiero una casita. Porque, eso es una renta uno pagar arriendo y en la situación que nosotros como desplazados nos encontramos: una casita, que nos ubicaran. Darnos algo como un proyecto, como para uno seguir subsistiendo. O un trabajo para seguir con mis hijos adelante o acompañamiento psicológico para uno sentirse seguro, que va a estar bien, que ya no va a tener esos malos… me vienen muchos pensamientos a la cabeza que uno no sabe». (Entrevista 216-VI-00002. Víctima, Mujer, Desplazamiento, Nariño)
Vea acá el videoclip Solo la verda´ de Adrián Villamizar y producido por: Iván Benavides.