La Directiva 200-05 de 1991 del Ministerio de Defensa establecía que: «las órdenes y orientaciones sobre labores de inteligencia no se deben elaborar por escrito(...). Todo deberá ser en forma verbal. No deberán existir o efectuarse contratos de trabajo por escrito con los informantes ni con ningún miembro civil de la red (...) [b]ajo ninguna medida se deberá expedir constancias por escrito de pertenencia a agencias de Inteligencia (...) deben tener una fachada e historia ficticia, vehículos y un sistema de comunicaciones (...) El manejo de las redes será cubierto y compartimentado dando flexibilidad necesaria para el cubrimiento de los blancos de interés» (Human Rights Watch).