Para muchos historiadores 1946 fue el año en el que se incubó la guerra civil en Colombia a partir de una suma de episodios locales y regionales, tolerados por los políticos que ejercían su poder desde Bogotá.
Las disputas locales quedaron claramente descritas por el empresario y político liberal Hernán Echavarría Olózaga:
«En Colombia el alcalde del pueblo, además de ser decisivo en las elecciones, era en esa época factor determinante en muchas otras cosas, puesto que controlaba la fuerza pública. Cuando había cambio de régimen los alcaldes tenían como función principal hacer “limpieza política” del lugar. Esto consistía, principalmente, en desterrar al contendor. Los liberales hicieron “limpieza” en la década de los años treinta. Al advenimiento, nuevamente, del régimen conservador, en 1946, estos iniciaron “limpieza” sacando a los liberales. Fue así como muchos campesinos liberales perdieron sus tierras y tuvieron que desterrarse (…). El Ejército recibía órdenes del Partido Conservador, luego estaba de parte de los hacendados quienes eran en su mayoría conservadores. Fue así como muchos pequeños propietarios liberales ingresaron a las guerrillas comunistas, en busca de protección (…)». (Echavarría, La Tenencia de la tierra y el desarrollo económico y social).