¿Puede hacer la paz un gobierno lesionado profundamente en la legitimidad, con un país polarizado en cuanto a su permanencia en el poder? El presidente Samper no tenía espacio para hablar de paz con las FARC-EP, pero había una oportunidad con el ELN. Para entonces la guerra estaba en un proceso de agudización sin precedentes.
La agenda del ELN se basaba en tres pilares: la oposición a la economía petrolera, la reivindicación de formas de democracia directa y no representativa, y la llamada humanización de la guerra. Pero su acción en el campo del petróleo ocupó el primer lugar, especialmente porque los recursos para sostener a sus frentes guerrilleros provenían básicamente de la extorsión y el secuestro en esta materia.