La población civil no solo llevó la peor parte de la guerra, sino que fue involucrada en ella a través de diferentes estrategias y políticas tanto por parte de la insurgencia, como del Estado. Este es un factor determinante para que se produjeran enfrentamientos, rupturas, odios, destrucción comunitaria y que al final de la guerra sea tan difícil restaurar la confianza en los territorios afectados por ella.