La constante demanda de resultados a la Fuerza Pública implicó elevar la guerra a niveles frenéticos. Esto está ampliamente descrito por los testimonios de militares que fueron entrevistados por la Comisión de la Verdad. En estos se enfatiza que el objetivo era conseguir resultados a como diera lugar. Además de las presiones para la generación de bajas, existieron otra serie de perversos estímulos que llevaron al recrudecimiento de las ejecuciones extrajudiciales. Estos promovieron los resultados operacionales a través de elementos asociados a estímulos económicos, profesionales y de bienestar dentro de las Fuerzas Armadas y hacia la población civil, integrando a esta última en las lógicas de enfrentamiento y eliminación del que se consideró el enemigo.