En mayo de 2008, cuando el Gobierno ya había dado un salto en la guerra contra las FARC-EP y tenía el poder y las armas para arrinconarlas en los confines del país, sorpresivamente 14 de los más importantes exjefes paramilitares fueron extraditados a Estados Unidos. Algunos de ellos venían contribuyendo efectivamente a develar la trama política y económica detrás de sus estructuras.
Texto largo: Las extradiciones de jefes paramilitares demoraron los procesos de esclarecimiento e investigación de la trama política y económica detrás de sus estructuras. Así lo expresó a la Comisión de la Verdad uno de los investigadores judiciales que seguía sus versiones: «Hubo una gran batalla por lograr hablar con los extraditados en Estados Unidos. Nosotros veníamos escuchando a los jefes paramilitares y casi todos, excepto Jorge 40, Macaco y Julián Bolívar, casi todos eran más o menos colaboradores. Unos mucho más que otros. Pero con la extradición, ese canal se cortó absolutamente, por una circunstancia —que es algo siempre de tener en cuenta con esto del mecanismo de la extradición y sobre todo cuando es una extradición a Estados Unidos— que en Estados Unidos hay una práctica de, yo diría que es una práctica de ablandamiento de los extraditados a quienes recluyen. Y ese aislamiento absoluto, entonces, impide que cuando a una persona se le extradite se pueda seguir teniendo contacto con ella» (Entrevista 001-VI-00044. Exmagistrado).
Gran parte de la verdad que buscan las víctimas sigue en vilo.