El proceso de colonización, invasión y sometimiento contra nosotros los pueblos originarios se dio tanto por el accionar bélico de los españoles, como por la evangelización y control de la iglesia católica. Las misiones jesuitas que en el siglo XIV entraron a diferentes territorios del país fueron debilitando paulatinamente las comunidades indígenas que resistían en los llanos orientales, en el Amazonas, en el alto Putumayo, en Tierradentro, en Toribío, entre otras regiones.
Las estrategias que ejercieron los capuchinos para lograr el control y la dominación de nuestros pueblos, se impusieron bajo dispositivos de opresión ideológicos y disciplinarios como la excomunión, el señalamiento público y el destierro; y métodos de castigo como el látigo y el cepo, que configuraron una pedagogía del miedo.