Esclarecimiento
Se trata de explicar los más graves patrones de violencia que se dieron en el marco de la guerra. La Comisión escuchará a la mayor cantidad posible de víctimas, a los testigos y a los responsables de los hechos. Los testimonios y relatos que se entreguen a la Comisión fueron contrastados con otras fuentes: archivos, documentos, bases de datos y toda la información sobre esos hechos, con el fin de llegar a explicaciones veraces y completas.Volumen Testimonial
Por más de tres años, la Comisión de la Verdad se dedicó a escuchar relatos de personas
Itinerarios de Sentido
Itinerarios de sentido, metodología que consta de conversar con personas que han vivido la guerra.
El libro de las devastaciones y la vida
Un joven fue torturado por el Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia en Medellín.
El libro de las anticipaciones
Alirio narra los mitos que surgieron en el campo tras El Bogotazo.
La pesadilla de Robinson
Todos los actores armados fueron responsables, en diferente medida, de la vinculación de niñas, niños y adolescentes a la guerra. Al ser reclutados, estuvieron en riesgo de muerte, enfermedad y castigos.
Aún espero a papá
La desaparición forzada desintegra al núcleo familiar. Los adultos se centran en su propio dolor y en buscar cómo subsistir, por lo que relegan a un segundo plano a quienes quedan huérfanos. Esto los expone a distintas vulneraciones: asumir roles...
Re-existencias
Esta vivencia del exilio que habla desde las voces y experiencias de las personas que tuvieron que salir forzosamente del país.
Viviana, la mujer llanura
Viviana creció en La Julia, Meta, donde fue testigo de las dinámicas de reclutamiento infantil y hostigamiento a la comunidad por parte de los grupos armados. Sus experiencias la llevaron a trabajar en la defensa de la vida y los derechos de las mujeres.
Luz Helena
Luz Helena y su familia vivían en Armenia, pero por causa del conflicto armado debieron exiliarse y, años después, enfrentar la desaparición forzada. Ella nos muestra cómo ha combatido la soledad desde que su esposo, el sindicalista, Robinson Rendón, no volvió a casa.