Sobre Gaitán recaía un estigma que provenía en su mayoría de discursos radiales y editoriales de prensa, así como de jerarcas de la Iglesia, quienes desde el púlpito lo señalaban de comunista. Muestra de ello es esta nota que el 21 de marzo de 1947 escribió en Mi diario Monseñor Miguel Ángel Builes: «Es izquierdista y revolucionario. Este hombre es muy capaz de prender la guerra civil. ¡Y si está aliado con el comunismo, y si el liberalismo de derecha se le adhiere! ¡Se llevó la trampa esta pobre patria y el cielo de la Iglesia se acabará de oscurecer y vendrán los días de tormenta sangrienta y de martirios!» (Citado en Braun, La Nación Sentida, 351).