El hecho que desató la guerra contra Pablo Escobar fue el asesinato de sus socios Gerardo «Kiko» Moncada y Fernando Galeano, dentro de la cárcel La Catedral los primeros días de julio de 1992. Aunque también mandó a llamar a Fidel y Carlos Castaño con el propósito de asesinarlos, los hermanos no asistieron.
Tras los asesinatos, el Gobierno ordenó una operación militar para retomar el control y garantizar el traslado de Escobar de La Catedral. La operación, que desató un motín de los hombres de Escobar y el secuestro de dos funcionarios públicos, concluyó con la fuga del narcotraficante el 22 de julio de 1992, muy a pesar de que la guarnición estaba protegida por tropas de la IV Brigada del Ejército.
Crédito de la imagen: Agudelo, Henry, sin fecha, BPP-F-045-0390, Cárcel de Máxima Seguridad, Archivo Biblioteca Pública Piloto de Medellín.