El acompañamiento psicosocial fue una forma de apoyar el proceso de participación en la Comisión de la Verdad, que se basó en la escucha y el reconocimiento de la singularidad de las experiencias y testimonios de los y las participantes. Favoreció un contexto de confianza, apoyo emocional y reflexivo, como contribución al esclarecimiento de la verdad, el cuidado y a que la experiencia de compartir el testimonio tuviera sentido en sus vidas.
Este acompañamiento se entendió como un proceso (antes, durante y después) que involucró tanto del diseño de las acciones -teniendo en cuenta la situación de las víctimas y responsables-; la preparación previa y el apoyo durante el desarrollo de las actividades-acciones; y el seguimiento y valoración de los efectos de la participación. Se cuidó la movilización emocional, el significado de los hechos o impactos traumáticos vividos, la construcción de las narrativas y los testimonios y las formas de resignificación, simbólicas y de refuerzo del tejido social y la convivencia