En enero de 1965, el Ejército atacó El Pato, en el Huila, lo que generó una gran campaña de denuncias en Colombia y el extranjero, al punto que hasta el filósofo Jean Paul Sartre pidió solidaridad con los campesinos. En el Pato, el grupo comunista se hallaba dividido. La Fuerza Pública aprovechó esa insatisfacción e indujo a la población a ponerse del lado del Gobierno. El gobernador de ese departamento, de filiación conservadora, declaró que «el Huila está asfixiado por las repúblicas independientes».