Aunque las autodefensas de la región central eran importantes, el movimiento guerrillero más numeroso y mejor armado estaba en Casanare, Vichada, Meta y Arauca. Su capacidad militar le dio para tomarse bases militares como las de Palenquero y pueblos como Orocué. Al comienzo, los hacendados apoyaron a las guerrillas, pero esta alianza se resquebrajó a medida que éstas asumieron banderas ya no partidistas sino de defensa de la tierra y los peones.