La noche del 19 abril de 1970 las emisoras daban por ganador al General Rojas Pinilla, por una diferencia cercana a los 113.000 votos. Fue entonces cuando el Gobierno, en cabeza del ministro Carlos Augusto Noriega, prohibió los boletines radiales y él mismo dio los resultados oficiales hasta ese momento: Rojas aventajaba a Pastrana por algo más de 9.000 votos. Se impuso el riesgo inminente de que los liberales, en cabeza del presidente Carlos Lleras Restrepo, no pudieran cumplir lo pactado doce años atrás. El presidente decretó el toque de queda y a la mañana siguiente la ecuación electoral había cambiado: Pastrana tenía una ventaja de 2.617 votos sobre el General, que con los escrutinios completos llegaron a ser 63.557 de diferencia.
De inmediato los de la Anapo denunciaron la existencia de un fraude que el Gobierno negó a lo largo de varias décadas. Sin embargo, en 1995 el propio Noriega dio declaraciones afirmando que «pudo haberlo habido» y en 1998 publicó un libro en el que admite que este sí existió, aunque no lo hizo el Gobierno central, y que éste ocurrió en regiones como Nariño y Cesar. Episodios como éste y como el golpe militar contra el presidente Salvador Allende en Chile, en 1973, acrecentaron la percepción de los opositores de que las vías democráticas estaban cerradas o eran muy restringidas.