Luego del secuestro del senador Jorge Eduardo Géchem el 20 de febrero de 2002, Pastrana terminó definitivamente con el proceso de paz, retiró el reconocimiento de carácter político a las FARC-EP y terminó la zona de distensión. Aunque la ONU intentó darle respiración artificial al proceso, ya la suerte estaba echada. El 21 de febrero de 2002 comenzó la operación Todo Honor, con la orden presidencial de retoma de los territorios por parte de las Fuerzas Militares.
Quizás lo más trascendente del discurso es que Pastrana articula un nosotros que se opone a la violencia (representada por las FARC-EP) y proyecta un nuevo programa para la sociedad colombiana. Este giro narrativo implicaba pasar de la búsqueda de la paz a la unidad nacional contra los violentos.