La firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC-EP en 2016 representa el cierre de la guerra insurgente y contrainsurgente en Colombia, e incluso en América Latina. Con la desmovilización y reincorporación de la guerrilla más longeva del hemisferio, la lucha armada cerró definitivamente su ciclo en el continente. Si bien las guerrillas del ELN que surgieron casi en simultáneo a las de las FARC-EP, hace más de cinco décadas, siguen controlando diferentes territorios y economías, el escenario actual tiene otros atributos distintos a los de una guerra insurgente.