Para 2006, justo en los albores de la reelección del presidente Uribe, dos hechos demostraron que el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), que era el organismo de inteligencia y contrainteligencia adscrito directamente al Presidencia, actuaba de manos con los paramilitares. Primero, el testimonio de su jefe de informática a la justicia fue contundente pues presentó las pruebas de que se estaba favoreciendo al narcotráfico. En segundo lugar, en el computador de Edgar Ignacio Fierro, desmovilizado del Bloque Norte de las AUC, había pruebas de que este organismo y las AUC actuaban juntos en crímenes contra líderes sociales.