En el proceso de construcción de la república, los diferentes modelos de gobierno le dieron continuidad al trato colonial y al racismo institucional que desde el siglo XIX ha permitido diversas formas de violencia y exclusión hacia nuestros Pueblos Étnicos. Estas prácticas coloniales y de discriminación se profundizaron y recrudecieron en el marco del conflicto, lo que conllevó a que los actores armados reprodujeran estas violencias contra nuestras comunidades y territorios.
Numerosos testimonios de víctimas pertenecientes a comunidades étnicas dan cuenta de una ineludible referencia a las violencias históricas y al continuum de discriminación contra nuestros pueblos.
Si bien la Comisión de la Verdad decidió analizar la periodicidad del conflicto armado colombiano a partir de 1958, para entender los daños acumulados y desproporcionados del conflicto sobre nuestros Pueblos Étnicos, es importante reconocer la larga historia de violencias y exclusión que aún hoy siguen sufriendo nuestras comunidades.