El proceso de diálogo y negociación con las guerrillas del M-19, el EPL, PRT y el Quintín Lame, que culminaron con su desmovilización, transformación en movimientos políticos y su participación activa en la Constituyente de 1991, contrastó con dinámicas y hechos que marcaron la continuación del enfrentamiento entre el Estado y las guerrillas del ELN, las FARC-EP y una disidencia del EPL para ese momento agrupadas en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB). En los procesos de paz con las primeras, fue fundamental la continuidad en el diálogo que garantizaron los gobiernos de Virgilio Barco y Cesar Gaviria.